La pasión nos enciende, pero el miedo nos apaga y todo ese proceso puede ocurrir en milésimas de segundo, sin siquiera darnos cuenta.
En un momento estamos pensando en lo maravilloso que podría ser nuestra entrega, viviendo bajo las experiencias de un verdadero Dominante, que nos haga sentir libres, tranquilas y con ganas de enfrentar el mundo. Y al siguiente, nos surgen historias locas en nuestras cabezas, llenas de terror, drama y tragedia, que eliminan todo lo bueno y nos dejan con una parálisis atroz, perdiendo todas las oportunidades que se nos puedan aparecer.
Sin embargo, la necesidad de explorar nunca se nos va a pasar, continuará acechando sin descanso, consumiéndonos en ansiedad, rabia y desespero. El martirio de reprimir lo que nace naturalmente en nuestro interior sólo crecerá y, si no tomamos la decisión de enfrentarlo y explorarlo, con toda certeza nos destruirá.
Hoy quiero hacer un recuento de los miedos más comunes que surgen al pensar en nuestra Sumisión, para que tú sola puedas reconocerlos y plantear ideas para enfrentarlos. Analízalos y trabaja en encontrar soluciones internas que se adapten a tus necesidades.
Miedo a dejarte llevar y violar límites importantes
El miedo a dejarse llevar surge cuando no hemos sido capaces de entender que debemos soltar, que no vamos a controlar lo que sentimos y que todo lo que nos rodea eventualmente tiene que cambiar.
Si quieres dejar de sentir miedo a romper tus límites, primero deberás entender por qué estás obsesionada con ponerle límites a algo que por obligación no se puede controlar y debes darle libertad.
El hecho de que no podamos controlar lo que sentimos, ni los cambios en el entorno, no implica que haya algo malo en nuestro interior, ni tampoco en los demás, ni mucho menos que la vida esté en contra de nuestra felicidad.
No puedes pretender mejorar, crecer o vivir, sin por lo menos ir más allá de lo que ya existe. Aferrarse a los límites es elegir la ignorancia. No te quejes cuando las consecuencias de esa decisión destruyan todo lo medianamente bueno que hayas podido construir.
Miedo a no hacerlo bien y que se acaben las cosas por tu culpa
Todo final tiene su principio, todo experto empieza desde la ignorancia y aquel que piense que ya lo sabe todo, nunca sabrá nada. Nadie nace sabiendo y mucho menos cuando se trata de generar placer.
La Sumisión es un proceso eterno de aprendizaje y deberás buscar a un Dominante que te muestre el camino hacia el desarrollo de tus capacidades. Pero, sólo podrás encontrar a una persona de ese calibre si logras materializar tu disposición para equivocarte, tu humildad para reconocer que no lo sabes todo y tu voluntad para seguir intentándolo sin importar nada, todas las veces que sean necesarias.
No eres perfecta y nadie nunca lo será. Por lo tanto, debes perdonarte a ti misma por tus imperfecciones y errores. Sólo así podrás estimular la confianza necesaria, para salir a luchar contra cualquier obstáculo, incluyendo el riesgo de que te rechacen o de que todo pueda salir mal.
Arriésgate a materializar tus sueños y a explorar, porque, si bien todo puede terminar mal, también existe la posibilidad de que te pueda ir muy bien y sólo hay una forma de conocer ese resultado. Siempre que mantengas propósitos placenteros en la mira, podrás rodearte de personas que te permitan ir más allá de tus límites y encontrar soluciones a todos tus errores.
Miedo al maltrato, al abuso y la violencia
Si existe este miedo en ti es porque tienes una idea muy retorcida de tu propia entrega y de tu sexualidad. La solución a este miedo es tan simple como buscar una perspectiva más placentera y sana sobre lo que quieres ofrecer en tu Sumisión.
Aléjate de los prejuicios y los conceptos que estimulen visiones negativas de tus placeres o pasiones. Debes dejar de lado las ideas románticas sobre el amor, los juegos sexuales sin propósito y las prácticas casuales, que te llenan de expectativas irracionales de comodidad, ilusión y perfección.
De hecho, el miedo al maltrato resulta un poco hipócrita. No quieres violencia hacia ti, pero te la pasas creando escenarios violentos en tu cabeza.
¿Qué pasa si atentan contra tu reputación, o contra tu familia, o cómo es que dices que reaccionarías en caso de una infidelidad?
Justificas el maltrato que tú promueves bajo ciertas circunstancias, pero te quejas cuando otras personas reaccionan de la misma.
El maltrato y la violencia surgirán en tu vida sólo si no te preparas para enfrentar los conflictos que tu propia mente puede producir. Para vencer tu miedo, tendrás que asumir la responsabilidad de tu propia violencia y empezar a buscar un camino diferente.
La estimulación de la Sumisión es una simple alternativa más para enfrentar la hipocresía de tus propios instintos.
Miedo a un falso Dominante
Lamentablemente, este es el riesgo más común y más latente al que estamos expuestas. Por eso mismo, es nuestra responsabilidad instruirnos para aprender a identificar a los narcisistas imbéciles, que quieran engañarnos con sus expresiones de estatus y su palabrería. Tenemos que desarrollar nuestra capacidad para encontrar a verdaderos Dominantes, que se expresen con su ejemplo y con evidencias claras sobre su autoridad.
Invierte tiempo en la exploración de tus carencias emocionales, antes de entregarte al primer ignorante que te dé atención o que te asombre con detalles irreales, que sean difíciles de identificar porque son nuevos para ti. No importa la edad, el género, ideología o la simetría física, si tu cabeza está llena de porquerías y necesidades irracionales, obviamente siempre atraerás a personas tóxicas.
Trata de entender las razones por las que tiendes a generar conflicto, enfócate en sanar lo que te hace daño y evita que tus carencias se reflejen hacia el exterior. Sólo así podrás controlar tus propios prejuicios, abrir tu mente a lo diferente y permitir que, de forma espontánea, las personas que realmente valen la pena, puedan sentirse cómodas para expresarse en tu presencia.
Es nuestra responsabilidad enfrentar nuestros miedos
Lamentablemente, nos han enseñado a evadir nuestros propios miedos y nos la pasamos culpando a otros de lo que debería ser responsabilidad nuestra. Si quieres eliminar la zozobra, la ansiedad o la depresión, para alcanzar la libertad de explorar y ser explorada, deberás dejar de pensar que ya todo lo tienes resuelto y que nadie puede estar por encima de ti. Invierte tiempo en estimular la humildad de aprender y podrás llegar a donde te lo propongas.
El problema no son los demás, ni lo que nos rodea, el problema es que nos da miedo buscar ayuda o aceptar que no sabemos.
Los riesgos en la exploración de la Sumisión existen y los miedos están justificados, pero si no estamos dispuestas a ofrecer humildad para aprender y reconocer la experiencia de otros, siempre estaremos destinadas a ser parte del problema.
¡Ten miedo, ten mucho miedo!
¡Pero haz algo al respecto!
No te quedes paralizada o quejándote de la situación.
Más bien, asume tu responsabilidad y busca a personas que te ayuden a mejorar y a avanzar en tu proceso.
Tú sola no podrás ir más allá de tus propios límites. Como Sumisas, necesitamos a alguien que ya haya recorrido el camino, que tenga experiencia y nos muestre un proceso para enfrentar lo que nos hace daño.
El hecho de que los perjuicios existan debido a nuestra crianza, no es una excusa para elegir mantenerlos o promoverlos. Sólo nosotras podemos romper ese ciclo. Si sabes que existen comportamientos tuyos que están generando consecuencia negativas, eres tú quien debe tomar la decisión de eliminarlos. Basada en esa decisión, tendrás que escoger a las personas que te rodean, tendrás que elegir a tu Dominante.
Sin importar el ámbito en el que te desenvuelvas, siempre existirán riesgos, dolor y traumas. Lo que nos define no es lo que nos pasa, sino cómo enfrentamos y solucionamos nuestros problemas. Todo este texto no es más que una invitación a que trates de encontrar soluciones positivas, que eviten la represión y que te permitan manifestar placer.
El resto estará únicamente en tus manos.
Si quieres profundizar más sobre la exploración de la Sumisión, te recomiendo leer el libro Entrenamiento para Dominantes. Disponible en Amazon para versión impresa o eBook. No es BDSM, ni ficción, ni romanticismo, ni mucho menos, jueguitos sexuales que busquen ocultar el aburrimiento o la monotonía de parejas tóxicas y represivas. Entrenamiento para Dominantes es un proceso de documentación sobre el estilo de vida Beran X Hedon. Décadas de exploración y experimentación resumidas en un sólo libro, para facilitar tu propio proceso de descubrimiento y consolidación de tu sexualidad.