Ser Sumisa
La distancia representa un reto bastante crítico para cualquier tipo de relación y la Dominación/Sumisión no es la excepción. Normalmente la incertidumbre sobre las alternativas para expresar sentimientos, necesidades y problemas, producen pensamientos pesimistas y derrotistas, derivando en falta de compromiso y pérdida de interés.
La misma falta de contacto físico y la añoranza por pasar tiempo juntos, pueden crear conflictos y un eventual aburrimiento. Ni hablar de los problemas tóxicos que, personas sin consciencia emocional, pueden producir a partir de expresiones como los celos, la dependencia, los caprichos o la simple soledad.
Sin embargo, una relación de Dominación/Sumisión está para destruir límites, no sólo emocionales, sino también geográficos y cualquier otro, que físicamente haya sido impuesto. Cualquier inconveniente que pueda surgir, desde una situación en la que los individuos en una relación deban estar separados, siempre podrá ser solucionado a través de las consecuencias positivas que la estabilidad emocional genera.
En ese sentido, una relación de Dominación/Sumisión estará enfocada en la búsqueda de placer sin importar los obstáculos que existan.
Un adecuado proceso de entrenamiento para los individuos involucrados y la construcción de objetivos positivos para la relación, permitirá una exploración constante, plena y satisfactoria, desde la distancia o bajo cualquier otro condicionante.
La masificación del uso de Internet hace que la comunicación sea más sencilla, permitiendo procesos de seducción y creación de experiencias placenteras, durante largos períodos de tiempo y con todas las capacidades para lidiar con cualquier tipo de problemas. Bajo esa realidad, los únicos límites que quedan son los mentales y emocionales.
La clave siempre será la capacidad de gestión de conflictos, que sólo un Dominante Experimentado podrá alcanzar y una planeación cuidadosa para que, en cada uno de los futuros encuentros, se pueda explorar la naturaleza de cada persona, de forma extensa y libre.
Aun así, la responsabilidad de mantener viva una relación a distancia, no podrá ser sólo de un individuo, cada quien deberá mantener sus objetivos claros y sus conductas firmes, sanas, alejadas de cualquier carencia emocional.
La Dominación podrá plantear un proceso de crecimiento para controlar los conflictos emocionales internos, pero sólo la Sumisión podrá ejecutar y tomar decisiones para encontrar soluciones.
Para mantener una relación a distancia es necesario que te aferres a la planificación de experiencias, que deberán ser materializadas en cada encuentro, por más furtivo o complejo que pueda ser.
Toda relación sana se basa en la exaltación del preámbulo para cada interacción, en la espera que alimenta las ganas mutuas por generar placer. El disfrute que ese proceso pueda estimular, mantendrá la llama encendida durante el tiempo que sea necesario.
Sólo la superación de los límites permitirá entender el placer infinito que existe en la simple ejecución del proceso, por encima del alivio efímero de la “llegada”.
Si la disciplina establecida está enfocada en generar placer, la distancia geográfica nunca será un obstáculo para el desarrollo de la Dominación/Sumisión.
