Puede que existan muchos escenarios en tu cabeza, que puedan parecer extremos o terroríficos en la exploración de la Sumisión. Pero, nada se compara con el arrepentimiento de haberle hecho daño a una persona importante en tu vida, sin siquiera haberte dado cuenta.
O peor aún, vivir en la ansiedad y la frustración de haber renunciado a algo que de verdad querías, sólo por ideas o pensamientos que tú misma sabes que no son reales.
La insatisfacción de reprimir lo que naturalmente nace en tu interior, será mucho más terrorífica que cualquier miedo que surja en tu cabeza.
Es cierto que existen grandes riesgos en la vida, pero si fueran imposibles de superar, entonces, no estaríamos aquí, no podrías estar leyendo esto y no existiría ninguna otra opción más que la miseria de la insatisfacción.
Todos esos escenarios catastróficos a los que le temes, pueden ser fácilmente enfrentados y gestionados. Pero eso sólo será posible si dejas de huir, si renuncias a la comodidad de tu miseria y si empiezas a mirar hacia adentro, en lugar de culpar a todo lo que venga de afuera.
No te dejes influenciar por ideas o propuestas que no te permitan entender todo lo que surge en tu interior, y no te detengas hasta que hayas logrado darle sentido a todo lo que sientes, sea bueno o malo.
¡No confíes en tu mente!
No podemos quedarnos en la ignorancia de la aversión a las críticas y la represión que surge desde nuestros propios miedos. Necesitamos cuestionar todas nuestras creencias y sentimientos.
A través de la Sumisión podrás encadenar tus sesgos, instintos, miedos, traumas y carencias emocionales a una disciplina que te permita liberar tu autonomía, independencia y verdadera curiosidad. Desde esa mentalidad, no habrá ningún riesgo en este mundo que no seas capaz de enfrentar y superar.
Necesitarás mucha ayuda para emprender ese camino. Pero antes, tendrás que prepararte para poder identificar la ayuda adecuada y, aunque suene muy loco, deberás aprender a recibirla.
Renuncia a la arrogancia de pensar que todo lo puedes sola. Hay muchos peligros allá afuera, pero por eso mismo, necesitas aprender a enfrentarlos, en lugar de huir de ellos, quedándote pasmada en la miseria de tus miedos.
Una mujer fuerte e independiente no nace, ni es un título que se le otorga por el simple reconocimiento de los demás. Una mujer se forja desde el fuego de la disciplina, la presión del sacrificio y el limado paciente de las correcciones.
Trabajar en enfrentar la toxicidad de tu mente, es el único mecanismo de protección, que podrás encontrar para superar los miedos, obstáculos y riesgos de la vida.
¡Deja de limitarte e inicia ya tu lucha!