Ser Sumisa
Tener sexo duro, exótico o diferente, no te hace Sumisa, ni te brinda la capacidad para plantear una relación sana. Tal vez no te haya pasado, pero ten en cuenta que, a pesar de estar en la mitad de una tormenta de conflictos y toxicidad, que sólo habitará en tu cabeza, fácilmente puedes ser capaz de tener sexo y obtener un alivio. El sexo diferente no va a evitar que esa tormenta se refleje de forma depresiva y agresiva sobre ti misma o sobre todos los que te rodean.
Los intercambios sexuales fugaces no dan espacio a la construcción de experiencias placenteras, porque no permitirán equivocarse, ni mucho menos identificar lo que se necesita para mejorar. Explorar la sexualidad a través de juegos casuales y reglas estrictas, es abrirle la puerta a la monotonía y al aburrimiento.
Lo casual sólo es una justificación para no enfrentar tus miedos, para salir corriendo al final de ese juego y refugiarte en la comodidad de tus límites. Plantear una relación únicamente en torno a lo sexual, es tan nocivo y traumático como plantear una relación romántica tradicional.
Si tu Sumisión sólo se expresa durante momentos fugaces en tu vida, bajo condiciones específicas, o simplemente con el objetivo de lograr la culminación de un orgasmo, estarás viviendo una vida primitiva, básica e incluso cobarde, limitando todo el potencial del placer que tu naturaleza puede ofrecer.
¡No te engañes! Si no hay exploración, ni un proceso que te permita entender y practicar las capacidades que se encuentran dormidas en tu interior y que se entrelazan con todos los ámbitos de tu existencia, ¿de dónde quieres que surja el aprendizaje y la mejora?, ¿cómo aspiras a encontrar lo que tu sexualidad necesita? y ¿cómo pretendes hacer para que el placer se manifieste en tu vida?
La certeza de un placer futuro será lo que sustente cada decisión que tomes y la autoridad de un Dominante es el único medio que permite brindar las evidencias necesarias para que la fuerza de tu voluntad se aferre a esa perspectiva. Siempre que exista alguna mínima incertidumbre sobre el placer que puedas obtener en algún ámbito de tu vida, será muy fácil salir corriendo ante el primer obstáculo y muy difícil mantenerse en la búsqueda de un significado placentero para tu vida.
Necesitas sentir esos orgasmos mentales que van más allá de lo físico, esos descubrimientos sobre ti misma, que ni en tus más salvajes sueños habrías podido imaginar que existían, pero que te permiten entender las dudas más abrumadoras de tu mente. Eso se experimenta, no se describe, no se puede explicar y, aunque quieras intentar simularlo para aparentarlo, tu mente siempre te hará estrellar contra la miseria, la ansiedad y la depresión de no poder alcanzarlo.
Las consecuencias de la ausencia constante de placer se manifestarán en frustraciones, en la falta de objetivos concretos, en la preferencia por la comodidad y en la renuncia recurrente a cualquier oportunidad que se presente en tu vida.
Pon tu casa en orden antes de salir a explorar, no pueden haber indicios de toxicidad, no pueden haber conflictos, no pueden haber reflejos de miedos sobre tus deseos y no pueden haber prejuicios sobre ti misma, ni sobre los demás. De lo contrario, te expones a no poder identificar y solucionar los problemas que surjan en las relaciones de tu vida.
Si no hay un proceso de constante aprendizaje sobre tu naturaleza y tu vida en general, nunca se podrá construir una razón de ser, o un propósito que sustente los sacrificios que representa la exploración del universo desconocido de la Sumisión. Al mismo tiempo, si no comprendes la necesidad del dolor, absolutamente esencial e inevitable para darle un sentido a la vida, entonces tal vez estés en el camino equivocado.
Hay que estimular las ganas por salir a entender los detalles más mínimos de lo que nos rodea, pero no por alardear, ni por tratar de llamar la atención a través del reconocimiento, sino porque sólo a través de la exploración, podremos tomar las decisiones que nos lleven a identificar lo que más nos conviene para crecer y evolucionar.
La Dominación debe brindarte las herramientas para entender lo que tu naturaleza puede ofrecer en cualquier circunstancia y bajo cualquier ámbito. Si no existen logros, si no estás experimentando cosas nuevas, si no estás sintiendo con intensidad, si el aburrimiento y la monotonía abruman tu existencia, entonces debes reconocer que tu proceso perdió su rumbo y necesitas construir algo nuevo y totalmente diferente.
Aléjate de los ideales románticos tradicionales y enfócate en construir una Sumisión que te permita romper tus límites, explorar tu naturaleza de forma integral y disfrutar de experiencias más allá de tus necesidades fisiológicas.
