Ser Sumisa
Cuando necesitas que alguien te haga sentir especial, te llene de amor, te dé seguridad, o te brinde muestras de cariño, es porque en tu interior no eres capaz de generar esos sentimientos de forma natural.
No digo que los sentimientos sean algo negativo, ni que el amor sea narcisista y que sólo podamos amarnos a nosotros mismos. Todo lo contrario, debemos tratar de que el amor y cualquier sentimiento positivo, desde y hacia otras personas, se manifieste de forma constante en nuestras vidas, pero espontáneamente, sin forzarlos, sin necesitarlos y sobre todo, sin que se conviertan en un requisito burocrático para las relaciones que puedas establecer con los demás.
Esperar a que otra persona asuma la responsabilidad de los sentimientos que a ti te faltan a nivel personal, se transforma en una vida de exigencias e insatisfacción eterna.
Esta es la razón por la que muchas personas viven encerradas en círculos viciosos, de pareja en pareja, o soportando situaciones extremas de violencia, bajo relaciones tóxicas interminables, que sólo se justifican porque inconscientemente se crean acuerdos para engañarse mutuamente y vivir en la ilusión de cubrir su necesidad de amor o cualquier otro impulso que no hayan podido controlar.
A pesar de que esas circunstancias generan conflictos extremadamente agresivos e incluso violentos, la tendencia en esas personas siempre será hacia mantener ese tipo de relaciones represivas, sólo por tratar de cubrir una necesidad que ellos mismos no son capaces de atender. Bajo esas condiciones, sea quien sea que se les ponga en el camino, siempre van a terminar en situaciones miserables, atentando contra sí mismos y culpando a los demás de lo que ellos decidieron construir.
Muchas se engañan a sí mismas etiquetando sus relaciones tóxicas con títulos exóticos, sólo para plantear nuevas reglas, que les permitan justificar su incapacidad de cubrir sus propias necesidades. Viven en un cuento de hadas, alardeando de felicidad, pero desbordadas de ansiedad, esperando a la próxima gran expresión romántica o la nueva actividad perversa, disimulando en pareja su tenue insatisfacción eterna.
No te dejes engañar, detrás de las concepciones románticas del amor, tergiversadas por la fidelidad y el instinto de exclusividad, que la sociedad misma te impone, habitan una infinidad de comportamientos irracionales que van a terminar haciéndote mucho daño, destruyendo incluso los mismos fundamentos de tu naturaleza.
Ninguna justificación que surja en tu mente sobre tus comportamientos tóxicos, será suficiente para evitar las explosiones agresivas y violentas, que se manifestarán de forma inconsciente desde la insatisfacción y el aburrimiento que tú misma decidiste crear.
Por otro lado, ninguna idea romántica te permitirá generar los niveles de placer que tu naturaleza exige y siempre te llevarán a las inevitables consecuencias negativas que surgirán por la incongruencia entre lo que tu alma desea sentir y el aburrimiento de las experiencias tan vacías que al final terminas escogiendo para tu vida.
Bajo estos escenarios, los niveles de toxicidad siempre llegarán a límites demasiado represivos, haciendo imposible la exploración de tu naturaleza.
La Dominación debe estar enfocada en obligarte a enfrentar la responsabilidad de controlar tus propios miedos y cubrir tus propias necesidades emocionales. Tu Sumisión debe ser un mecanismo para alcanzar ese propósito y poder generar consecuencias positivas sobre todos los demás ámbitos de tu vida.
Si estás llena de conflictos y tus sentimientos son negativos, lo mejor será iniciar un proceso de introspección, un cuestionamiento intenso sobre tu mente, que te permita entender los tormentos que limitan tu naturaleza. Si tu Dominante no te está brindando esa oportunidad, te resultará más económico, emocionalmente hablando, si continúas tu camino de miseria por ti misma, en lugar de mantenerte al lado de una persona que no te brinda soluciones.
Existe una salida a esas situaciones tóxicas, simplemente necesitas explorar tu mente con la ayuda y la guía de las personas adecuadas. Busca un Dominante que te permita enfrentar lo que te hace daño, que te muestre el camino hacia el sacrificio de la sanación y que te permita alcanzar objetivos claros.
Deja de buscar bobos, narcisistas e ignorantes, que reaccionen fácilmente a tus dramas o que puedas manipular, con quienes puedas ser tóxica o simplemente puedas ocultar todo lo podrido que llevas dentro. Es tu responsabilidad escoger bien. O tomas la decisión de sufrir hoy para limpiar tu mente y disfrutar de tu futuro, o te gastas tus próximas 3 o 4 décadas, metiéndote en relaciones conflictivas, muerta en vida rodeada de miseria, sufriendo sin descanso por los miedos y límites que tú misma decidiste imponer.
Aprende a escoger y actúa. No tienes derecho a quejarte de lo que tú misma manifiestas.
Si no has encontrado a las personas adecuadas, sigue intentándolo, no te desanimes por los intentos fallidos que, de forma natural y normal, siempre van a surgir en el camino.
Si mantienes una conciencia clara sobre tus debilidades y vulnerabilidades, podrás ser capaz de estimular la humildad necesaria para descubrir el camino correcto.
Entrena, mejora y nunca renuncies. Te aseguro que tu tiempo llegará.
