Dale profundo, dale duro, sin descanso, sin misericordia

Dale Profundo

¡Dale profundo!

Que hasta el fondo de mi alma puedas llegar.

Hasta donde sólo tú te has atrevido a indagar.

Profundo como mi necesidad por sentir tu voluntad.

Demuéstrame que soy tuya, que te pertenezco, que la razón de mi existir es sentirte en lo más oscuro de mis fantasías. Abreme las puertas de ese universo tuyo, oculto y tenebroso, hermosamente misterioso, que sólo pocos afortunados logran conocer. 

Profundo como ese vacío que siempre logras llenar.

Despiértame de la pesadilla recurrente del aburrimiento y la mediocridad. Derrumba el manto de la ignorancia que cubre mis ojos y preséntame una realidad más sana, más intensa, más placentera, donde lo que soy no se juzga, sino que se disfruta.

Profundo como el deseo de someterme a tu autoridad.

Oblígame a entender que con guía y disciplina mi alma puede iluminarse, mis instintos pueden ser controlados y mis límites conquistados. Arrasa con tu pasión cada rasgo de mi cobardía, cada impulso de irracionalidad y cada represión a mi independencia.

Profundo como la forma que tienes de, mi mente, penetrar.

Dale profundo porque, aunque mi cuerpo no lo resista, la obsesión por sentir tu placer, me hará, cualquier obstáculo, superar. Permíteme poner mi mente a tu disposición más allá de mis límites, que seas tú quien defina lo que puedo dar, que seas tú quien decida lo que merezco, que seas tú quien me pueda guiar.

No habrá obstáculo ante mi inmensa curiosidad, por explorar ese salvajismo que hace mi piel erizar.

Te entrego mis entrañas, mi sangre, mi vulnerabilidad. Exprésate sobre mi carne y concédeme la oportunidad de sentir tus ganas, no sólo en mi cuerpo sino también en mi alma. Dame el privilegio de estimular tus más bajos instintos y de conocer, de sentir cara a cara, todo eso que llevas por dentro.

¡Dale profundo! ¡Dale duro! ¡No te guardes nada!

Déjame sentir tu perversión sobre mí.

¡Dale! ¡Destroza! ¡Destruye! ¡Descubre!

¡Dale duro! ¡Dale profundo! ¡Por favor!

Y yo me aseguraré de vivir sin límites para ti.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *