El asco como mecanismo para el desarrollo de tu perversión

Asco y placer
Gestión del Asco

No tener un control adecuado del asco puede generar límites severos sobre nuestra creatividad e imaginación, exponiéndonos a miedos irracionales en muchos ámbitos de nuestro desarrollo. 

Peor aún y de forma más significativa, el asco puede llevar a la aversión sobre la naturaleza sucia e indecente de nuestra sexualidad, creando consecuencias traumáticas sobre la expresión de la Sumisión y, peor aún, de nuestra identidad. 

Promover los límites del asco implica rendirnos ante los procesos primitivos de nuestra naturaleza, no podremos saber lo que nos apasiona, nos estremece o nos inspira. Nos quedaremos siempre en la comodidad de lo que no nos genera nada nuevo.

Pero, el control del asco no sólo se fundamenta en la destrucción de límites sobre tu sexualidad, sino también en la prevención de asociaciones tóxicas que producen comportamientos distorsionados como la vergüenza, la culpa, los prejuicios y la discriminación.

Lamentablemente, nuestro cerebro usa exactamente los mismos circuitos, que generan aversión hacia una comida podrida, para determinar si una persona merece nuestra empatía o nuestro repudio.

Si no aprendemos a gestionar el asco, fácilmente podemos exponernos a manifestar comportamientos de los cuales nos vamos a arrepentir.

Esto no es más que entregarnos a la ignorancia y a la pasividad de lo que ya conocemos.

Por lo tanto, necesitamos tomar la decisión de aceptar y apreciar el asco, de rodearnos de aquello que nos genera aversión y generar voluntad para enfrentar todo aquello que nos puede hacer daño.

La Sumisión es el mecanismo perfecto para enfrentar todas esas ideas negativas de tu mente.

El asco es otro de esos filtros sobre el merecimiento del placer. Para alcanzar satisfacción plena, debemos vencer el asco e ir más allá de la frontera de nuestra zona de confort. 

Rompe tus cadenas, déjate llevar, ensúciate, desordénate, no le pongas límites al salvajismo de tu naturaleza y descubrirás el poder infinito que habita en la creatividad de tu perversión.

2 comentarios en «El asco como mecanismo para el desarrollo de tu perversión»

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