El placer de lo prohibido

El Placer de lo Prohibido

La adrenalina de las estrategias para evitar ser descubierto, enciende fantasías insaciables, que abren las puertas a la dimensión desconocida del placer por lo prohibido. Estimulada por la angustia de lo desconocido y el temor a ser descubierta, la recursividad por la exploración de lo oculto, disimulada ante la mirada de la concurrencia, siempre explotará con infinita pasión y deseo, desde la expectativa de esos momentos efímeros, que se tornan inevitables por la inolvidable intensidad de lo vivido.

La necesidad de volver a sentir esa fugaz, pero intensa pasión, inspira una deliciosa creatividad, enalteciendo las oportunidades que brinda la inocencia del entorno, que nos lleva expresar nuestra lujuria en público, pero a espaldas de los demás.

Un roce inesperado bajo la mesa, que encienda la deliciosa tortura de la imposibilidad de sentirlo todo. Una mirada que atraviese la muchedumbre, para encontrar cómplices pupilas, que expresan más que cualquier discurso. Un mensaje encriptado, hecho público, cuya clave yace en los recuerdos censurados de lo que no puede ser contado.

Nuestros actos furtivos fabrican evidencias de nuestra disposición para el placer, superando obstáculos que muy pocos se atreven a cuestionar. El deseo de estar, de llegar, de arriesgar, de disfrutar a pesar de todo, califica el nivel de nuestra entrega. El ímpetu de nuestra lucha, honra la importancia de los pequeños detalles, transformando así, una caricia en un logro trascendental, cada pequeño encuentro en un glorioso evento y cada sentimiento en un sinónimo de fortuna y agradecimiento.

La exploración de lo prohibido, por su pasión intrínseca, enaltece lo vivido. Las anécdotas más deliciosas siempre ocurren con quien se supone que no deberías tenerlas. La intimidad de lo clandestino concibe vínculos tan fuertes como los del amor, porque el placer de lo prohibido se justifica únicamente a través de experiencias que le den significado a la vida, realidades que sólo el amor puede manifestar.

Somos lo que nuestra integridad concede al mundo exterior, pero el misterio de lo que guardamos define la esencia de nuestra voluntad hacia la conexión íntima con los que comparten nuestros secretos. De lo confidencial florece lo sagrado, condición irrevocable del valiente, atrevido y cómplice.

Y aunque inmensamente poderosa, la unión que surge de lo prohibido, puede tornarse extremadamente frágil en presencia de ofensas directas sobre la confianza. No enfrentar las consecuencias del engaño, en el transcurrir de lo oculto hacia lo descubierto, es un atentado directo contra nuestra propia existencia.

No eres más que una miserable, consumida por el arrepentimiento, cuando le das la espalda a lo juzgado y no defiendes un secreto que ha sido expuesto.

Detrás de cada regla y cada limitación, siempre existirán razones lógicas, pero la vida es un sin fin de mutaciones caóticas. No podemos quedarnos con perspectivas estáticas que no permitan adaptarse a los cambios inevitables de la supervivencia. Las leyes deberán someterse a cuestionamientos constantes, para evitar los conflictos derivados de la inexactitud y la ineficiencia.

Lo ilícito se fundamenta en la intimidación, causada por miedos marchitos y condiciones no vigentes. No permitirnos flexibilidad, ante los retos de lo contemporáneo, siguiendo reglas estancadas en el pasado, concluye siempre el perfeccionamiento del abuso, de la represión y la insatisfacción. El ser humano merece más que eso.

El placer no reconoce preceptos, ni estándares, ni reglas, sólo se manifiesta ante la voluntad y las ganas.

El daño generado desde lo prohibido deberá ser asumido desde la búsqueda de soluciones, no desde el juicio irracional del miedo. En ausencia de consecuencias negativas, lo prohibido se transforma en obligación, se legitima desde el placer generado y, aquello que se percibía como inmoral, se manifiesta espontáneamente como una opción válida.

Es imposible hacer la diferencia a través del cumplimiento de las reglas. Los aportes más trascendentales en la historia del ser humano los han hecho los rebeldes, aquellos que han decidido ir en contra de lo ya establecido.

Pero, esa transición siempre será lenta, no todo el mundo podrá entenderla, muchos te atacarán y querrán detenerte. Evitar la divulgación, mantendrá encendida la llama ardiente de la exploración, evitando la fricción en la búsqueda de la evidencia.

Asumir una mentalidad de seguridad a través de límites, sólo llevará a la comodidad, al estancamiento y a la monotonía. Estados emocionales que sólo ofrecen agresividad y violencia, impulsos insostenibles, derivados de la búsqueda inconsciente por salir de la insatisfacción de un entorno reprimido.

Los miedos y las limitaciones, siempre cargan propósitos primitivos, consecuencias negativas de instintos incomprensibles. Resulta demasiado ingenuo esperar resultados positivos, cuando actuamos bajo el control de nuestro lado más inconsciente e ignorante.

Renuncia a las cadenas sociales, explora tus opciones, sacrifica tu comodidad, sé curiosa, cuestiona, critica, arriésgate y ten ambiciones. Ve más allá de lo ya establecido y procura reconocer el placer de lo desconocido.

Goza, sueña, enloquece y vive a pesar del miedo. Consume los antecedentes ocultos, incluso cuando vayan en contra de las condiciones que te dicta tu cultura. Más bien, saborea el ahora, de acuerdo con la experiencia del pasado y el deseo de la materialización del placer futuro.

Recuerda, el pecado sólo habita en mentes reprimidas porque lo prohibido siempre existirá para ser desafiado y disfrutado.

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