El placer de los miedos

El placer de los miedos

El miedo es una simple señal de alerta, es un mecanismo de defensa, no es una tragedia asquerosa, que se crea sólo en tu cabeza.

Tendemos a sobredimensionar nuestros miedos, a huir de ellos porque creemos que es imposible controlarlos, sólo para después terminar sufriendo por las consecuencias de no poder enfrentarlos.

Quedarte estancada en el miedo, genera más dolor y arrepentimiento, que la incertidumbre aparente de lo desconocido.

No te dejes cegar por las mieles de la comodidad, sólo podrás estar satisfecha cuando logres encontrarle un sentido a cada tormento de tu presente, porque los mejores placeres de la vida se encuentran más allá de la densa bruma de los miedos.

Ve en contra de lo que te aterra, hazle frente a lo que te molesta, y haz caso omiso del dolor, si quieres encontrar una respuesta.

Si no estás dispuesta a explorar la oscuridad de tu mente, estarás destinada a vivir insatisfecha en tu alma, envolatada en tu cabeza, e inestable en tus sentimientos.

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