Ser Sumisa
Con restricciones te llenarán la cabeza de miedos y dudas que reprimirán tus pasiones.
Dolor, sangre, lágrimas y humillación. Para poder crecer hay que destruir. El sufrimiento siempre será parte de la ecuación, pero, si lo que haces está dirigido a objetivos claros, el placer siempre será una opción.
Todas tus experiencias serán ordinarias cuando te defines sólo por lo que conoces. Hay mucho más allá de los chismes y las habladurías, pero también de lo que tu imaginas que te mereces.
No dependas de lo externo o lo material, lo importante es que puedas desarrollar todo tu potencial.
Dinero, viajes, posesiones, ¿de qué sirven si todo ha sido un regalo?, ¿qué valor puede haber en ti, si tú no las has logrado? Inténtalo si crees que es sólo una opinión, pero ten presente que se te ha advertido, al final de ese camino sólo encontrarás aburrimiento y decepción.
No permitas que el miedo destruya lo que eres, tu identidad la encontrarás donde habiten tus placeres.
La incertidumbre es un golpe directo y, aún así, las nuevas ideas son las que prevalecen. El camino hacia adelante será trazado por lo diferente, porque sumergirse en lo prohibido siempre será lo correcto.
Si la alegría de complacer pone tu vida a vibrar, entonces hay un universo clandestino que necesitas conocer. No te niegues la oportunidad de explorar.
Látigo, fusta o cuerda, o lo que tu mente tenga para ofrecer, siempre y cuando sea algo que te divierta y haga tu alma estremecer, nunca habrá nada a lo que le debas temer.
¡No pares! Dale un espacio a tu perversión, deja volar tu imaginación, ve hasta cuando ya no puedas más, no importa lo que tengas que sentir o los riesgos que puedan surgir, lo importante es saber de lo que eres capaz, porque desde la fragua de tu Sumisión siempre podrás encontrar una solución.
Enfrenta la vida con un “tal vez”, en lugar de un “NO” radical. Si tu mente pide autoridad, ¿qué de malo tiene explorar tu humildad? De lo absoluto sólo queda la idiotez, de lo perverso surge lo especial. Locuras deliciosas esperan en la oscuridad, a quien elija la aventura de la curiosidad.
Sal a explorar con la certeza de que no sabes nada y en lugar de encerrarte en tus miedos, déjate penetrar por una disciplina que descubra la belleza de tu vulnerabilidad.
