Ser Sumisa
Me parece tan desagradable que en pleno siglo XXI, la masturbación todavía siga siendo un tema polémico y tabú.
La masturbación puede ser un factor determinante para aquellas chicas que han dejado volar su imaginación, pero que, por aspectos culturales o religiosos, no han logrado superar el miedo a explorar.
Hay muchas chicas que han podido sentir el llamado de sus fantasías, que saben lo que su cuerpo y su mente necesitan, pero que no tienen cómo entender la esencia de esos sentimientos, porque simplemente rechazan la oportunidad de la masturbación.
El problema es: ¿cómo van a identificar si algo es rico o desagradable, si no saben lo que ellas mismas son capaces de producir?
Para cualquier excusa que pueda estar surgiendo en estos momentos, que te lleve a evitar la masturbación, debes tener en cuenta que una de las consecuencias de ese camino será la ignorancia sobre tu propio placer, la renuncia a un punto de partida hacia alcanzar aquello que más deseas y la decisión inconsciente de exponerte a ser engañada por cualquier reprimido ignorante.
Evitar la masturbación es un riesgo que no vale la pena correr, porque las consecuencias negativas de esa decisión terminan siendo muy costosas en el largo plazo. Es que darle espacio en tu vida a alguien que no te sepa estimular puede llegar a ser muy traumático, sobre todo si no tienes una conciencia clara sobre las razones de esa incapacidad.
Por eso, hoy sólo quiero dejar esta reflexión aquí, para decirte que la masturbación es la primera línea de defensa en contra de idiotas ignorantes, que no tienen ni idea de lo que tú, como Sumisa, necesitas para generar placer.
No es tan complejo como crees:
- Piensa en algo que te estimule, una situación, una idea, una posición, una conversación, lo que sea.
- Busca un lugar tranquilo, íntimo, puede ser la cama o la ducha, o un lugar donde nadie te vaya a perturbar.
- Juega a conectar tus pensamientos con las partes de tu cuerpo que sean más sensibles, crea historias y explora las reacciones que puedan generar en tu cuerpo.
- Encuentra esas partes de tu cuerpo que más te estimulan, que más historias produzcan en tu mente y deja volar tu imaginación.
- No te detengas, no importa si algún otro pensamiento te interrumpe, continúa explorando, vuelve a iniciar si es necesario e insiste hasta que pierdas el control.
- Tu cuerpo te mostrará cuando llegue el momento adecuado para detenerte.
Lucha por tu concentración, no dejes que ningún miedo te limite, empieza a explorar tu cuerpo para que puedas disfrutar de lo que tu mente sea capaz de materializar.
