La palabra de seguridad como herramienta para la destrucción de límites

Palabra de seguridad

Tener una palabra de seguridad es un mecanismo muy útil para identificar los límites y atender dudas durante los procesos de corrección y control de tu naturaleza.

Destruir tus límites e ir más allá de ellos para alcanzar placer, implica aceptar tus debilidades y enfrentar tus miedos. Esto puede ser un proceso bastante complejo en un principio, sobre todo si aún no has aprendido a explorar tu naturaleza.

En un inicio surgirán expresiones que no necesariamente implican una intención de renuncia o la necesidad de detener el proceso. La palabra de seguridad se presenta como un anuncio verbal y directo que determina el dolor máximo que puedes soportar. Declarando de esta forma la consciencia sobre un límite

Pero, la palabra de seguridad no es más que eso, una simple herramienta para identificar límites, no para conservarlos. Aléjate de las justificaciones, las excusas y los reflejos engañosos, inherentes a los miedos que se presentan durante tu proceso de exploración.

Recuerda, si quieres generar un cambio en tu vida, necesitas presionarte para ir más allá de lo que tú crees que puedes alcanzar.

Usar la palabra de seguridad como un mecanismo para proteger un límite, es un comportamiento de cobardes, de personas que carecen de voluntad para explorar y que, en su interior, sienten que no son capaces de nada.

La palabra de seguridad es un simple alto en el camino, debe ser un mantra que invite a la reflexión y al descanso, pero siempre enfocada en continuar con la destrucción de esa perspectiva irracional, que nos lleva a la necesidad de detenernos.

Al usar la palabra de seguridad, debes tener plena consciencia de que eres capaz de mejorar, de que hay algo más allá de lo que ya conoces, del aburrimiento en el que vives o la miseria de tu comodidad.

No podemos dejarnos manipular por las artimañas de nuestra propia mente, ni por la pasividad del miedo, ni mucho menos por la irracionalidad de nuestros instintos.

Existe el autosaboteo, es una realidad que muchas veces nosotros mismos nos hacemos daño y no nos damos cuenta. Huímos de lo que debemos enfrentar y nos dedicamos a prolongar nuestro sufrimiento sin ningún sentido, desde la victimización y la culpa hacia los demás.

Usar la palabra de seguridad para justificar esos límites tóxicos es la historia más descabellada, que la cobardía del ser humano haya podido inventar.

Las leyendas de fantasmas, OVNIS y monstruos me parecen más razonables.

El objetivo nunca puede ser la imposición de la palabra de seguridad como un límite absoluto sobre nuestra exploración. Todo lo contrario, necesitamos trabajar en superarla y, de forma progresiva, alcanzar la capacidad para llegar a eliminarla.

Sólo con la práctica exhaustiva, bajo escenarios cuidadosamente controlados, podrás alcanzar la experiencia necesaria para potencializar tus habilidades físicas, fisiológicas y emocionales, hasta el punto de que la palabra de seguridad deje de ser una alternativa.

No te engañes, necesitas presión, dolor, cuestionamiento y lucha constante. Necesitas un guía, un Dominante Experimentado que te permita entender tus límites y te brinde soluciones. Pero, como te habrás podido dar cuenta, al descubrir la confusión tan absurdamente básica, que se presenta con el concepto de la palabra de seguridad, es apenas lógico que un Dominante Experimentado no surja todos los días.

No te conformes con la atención insignificante de los ignorantes que encuentras en redes sociales, ni con las confusiones represivas de la literatura BDSM. Busca lo mejor para ti, ve hacia donde el placer que habita en tu mente pueda ser liberado. Busca la calma, no la impulsividad o la ansiedad.

Sigue buscando lo que necesitas, no te desmotives, sólo ten en cuenta que la palabra de seguridad va más allá de un simple acto sexual.

Con esta concepción de la palabra de seguridad, ya tienes un criterio más, para poder identificar a un verdadero Dominante. Cualquiera que te plantee algo diferente, nunca podrá entender tu mente ni controlar tus instintos. Simplemente no podrá Dominarte, incluso aunque tú misma decides entregarte.

Sólo quien posea la experiencia adecuada, podrá enseñarte a usar la palabra de seguridad y estimular tu capacidad para eliminarla de tu vida.

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