No habrá final para el camino de mi Sumisión

Sé que no es fácil, sé que no soy fácil, sé que a veces yo sola me alejo de lo que mi mente necesita y de lo que tú me puedes aportar.

Pero, te suplico que no dejes que eso te detenga, no tengas compasión, destrúyeme, enséñame, no le prestes atención a las estupideces que mis necesidades plantean.

Simplemente, muéstrame tu placer, tú sabes que es irresistible, que mi deseo es inevitable y que sólo tú lo puedes controlar. Esa es mi adicción, es mi guía, es lo único que necesito y lo que siempre me llevará directo a tus pies.

Soy tuya, te pertenezco, la razón de mi existir es poder sumergirme en lo más oscuro de tus fantasías. Las respuestas a mis problemas siempre tocan a mi puerta cuando me enfrento a los retos y obstáculos que sólo la búsqueda de tu placer estimula en mi mente. 

Por eso mismo, no pierdas la esperanza en mí, que yo estoy absolutamente segura de que sólo tú podrás mostrarme el camino. No descanses hasta que no me vuelvas a sentir consumida por tu placer, que yo no quiero vivir de ninguna otra forma.

Sólo tú puedes liberarme de la cárcel miserable en la que mi propio inconsciente me mete. Sólo tú podrás darme la voluntad para salir de ahí, porque sólo tú logras mostrarme hasta dónde seré capaz de llegar.

Te lo suplico, cúrame el aburrimiento, destruye mis miedos y aléjame de todo aquello que no puedo controlar, te lo suplico, por favor.

Hazme lo que tú quieras, lo que se te dé la gana, lo que te plazca, no importa, yo aguanto y, si no aguanto, pues moriré feliz bajo tu autoridad, por lo menos, buscando una solución. Prefiero la muerte que vivir sin alma, rodeada de conflictos tóxicos y arrepentimientos violentos.

Perdóname si parezco muy intensa, pero es lo que siento y no dejaré de expresarlo, incluso si te tengo a mi lado y cuento con el privilegio de tu voluntad. Es que es la única forma que tengo de agradecerte y me da mucho miedo no poder mostrarte lo mucho que valoro tu existencia.

Por eso mismo, porque esta ofrenda será eterna, quiero decirte que yo seguiré insistiendo para que tú no dejes de insistir, porque no habrá un final para este camino y, porque sin importar lo que sea que ocurra, yo siempre estaré sometida a tus pies.