5 razones para evitar las relaciones de novios

Relacion Novios

Mi aversión hacia una relación de novios, de matrimonio, o cualquiera de sus derivados, está vinculada con ciertos factores específicos:

En este artículo quiero aclarar mi punto de vista con respecto a las relaciones de novios, con la única intención de brindar una referencia a quienes aún tienen la oportunidad de tomar una decisión más sana y placentera, evadiendo cualquier tipo de relaciones tóxicas y quieran construir objetivos más sanos para sus vidas.

La exploración de la sexualidad

No conozco una sola mujer que, estando en una relación de novios, tenga una vida sexual que sea envidiable, o remotamente agradable. 

No nos engañemos, un hombre en una relación de novios tradicional, tiene prohibido comerse a su novia de forma sucia. Eso sería un pecado para la mayoría de prospectos para novio. Por más que su cuerpo se lo pida, un novio jamás podría atentar contra la pureza de “su mujer”. Y cuidado si ella es quien lo propone, peor aún, se transforma en una amenaza, quiere decir que eso lo puede hacer con cualquier otro, ya no es sólo para él y, por lo tanto, ese tipo de mujeres no deben ser aceptadas.

Una relación de novios nunca me permitirá explorar lo que realmente mi cuerpo me pide, no me brindará las herramientas para que me puedan coger duro, hacerme sentir lo puta que soy y que me muestren un camino concreto hacia la comprensión de mi perversión.

Aquella persona que no esté dispuesta a explorar su sexualidad, a disfrutar de ese lado oscuro que activa nuestros placeres e intensifica nuestras emociones, estará destinada a vivir insatisfecha en su alma, envolatada en su cabeza e inestable en sus sentimientos.

Una “chica buena” tendrá la aprobación de muchos, pero sólo aquellas dispuestas a conocer la “chica mala” que llevan por dentro, podrán vivir a su máximo potencial.

Estabilidad emocional

Podré ser humillada para estar al servicio de otra persona, pero, es debido a eso que he logrado alcanzar la voluntad para vencer mi propio miedo al sacrificio, al esfuerzo, a la disciplina y a salir de mi zona de confort, para descubrir el placer en aquellos detalles que aterran a la mayoría.

No tengo que estar pendiente de si mi Amo tiene a otras mujeres y, así las tenga, no me preocupa porque yo no compito con nadie más, porque no tengo miedo a ser reemplazada, porque no me importa lo que piensen los demás de mí.  No hay necesidad de estar reportándome con llamadas, ni que controlen mi ubicación o mis acciones. No hay celos, no hay reclamos, no hay ansiedad, no hay preocupaciones irracionales.

Esas situaciones no me afectan porque mi valor como persona no se basa en la comparación con otras mujeres, ni de lo que mi Amo pueda pensar. Mi valor se encuentra en mi capacidad para enfrentar situaciones adversas, ofreciendo placer a las personas más importantes en mi vida.

No entiendo cómo una mujer, en pleno siglo XXI, puede estar pensando en buscar a un hombre que la mantenga económicamente o le diga palabras bonitas que la entretengan, mientras vive llena de crisis existenciales, sin siquiera entender las razones de sus frustraciones y tratando de ocultar la tristeza con detalles materiales que nunca podrán generar satisfacción ni tranquilidad.

Cuando una relación se basa en la pureza de lo romántico y en necesidades emocionales insatisfechas como la soledad, el rechazo, factores económicos y el estatus social, lo único que queda es la necesidad violenta de que otra persona cubra tus propias necesidades.

Podrán sacar las justificaciones que quieran, pero la ansiedad autodestructiva del miedo a la infidelidad se les nota a leguas, viviendo en una amenaza constante, encerradas en reglas irracionales y sumergiéndote en lo profundo del aburrimiento eterno de la perfección.

Para mi desarrollo como persona no dependo de la opinión de mi Amo, mis decisiones las tomo con su apoyo y están protegidas por el goce genuino sobre mi independencia. Es mi estabilidad emocional, promovida constantemente desde el mismo ámbito sexual, lo que me permite alcanzar mis objetivos.

Necesidad de un guía competente

No te dejes engañar por el miedo a la intimidad y las distorsiones emocionales de todos esos tipos incompetentes, que se declaran Dominantes, pero que no tienen ni idea sobre su propia naturaleza. Al buscar una relación de novios vas a estar expuesta a muchos idiotas que están huyendo de sus sentimientos, que no han superado sus rencores y que simplemente buscan un hueco fácil donde meterla.

No me interesa un pendejo que sólo esté pensando en el reconocimiento de los demás, por haber conquistado a la hembra hermosa del grupo, o a cualquier ignorante dependiente, que le permita pertenecer a la manada.

El placer se encuentra mucho más allá del alivio insignificante de los instintos o las carencias emocionales y, sin embargo, nos la pasamos huyendo de nuestros miedos, aferrándonos a nuestros impulsos y atentando contra nuestra propia felicidad. No puedes confiar en ti misma.

Por esa razón, necesitarás guías, entrenadores, líderes que puedan entender lo que sientes y demostrarte que existe un camino mejor que en el que estás actualmente. 

No todo el mundo está dispuesto a quererse a sí mismo y mucho menos a conocerse más allá de los instintos.

Una relación de novios está basada en la comodidad de los miedos y la monotonía de lo conservador. En esos ambientes nunca podrás encontrar a alguien que pueda hacerte entender lo que tu alma necesita, romper las cadenas de tu ignorancia y descubrir tu capacidad para el placer.

Tendrás que renunciar a tu ego, estimular tu humildad y reconocer tus debilidades. Sólo así podrás estar lista para identificar cuando un Verdadero Dominante sea capaz de aportar algo positivo a tu vida. Si tú misma eres consciente de las áreas en las que necesitas trabajar, espontáneamente te rodearás de personas que puedan darte alas para hacer volar tu exploración.

Es tu responsabilidad no renunciar a la búsqueda de tu placer y luchar por encontrar a esas personas con las que puedas expresar tranquilamente la oscuridad de tu perversión.

El placer es el guía natural para Dominantes y Sumisas por igual. Siempre será fácil identificar a un farsante, cuando la ausencia de placer es una constante. Todo radicará en tu capacidad para soportar el sufrimiento que implica tomar la decisión de emprender tu exploración.

La búsqueda del amor

El amor debe unirnos e inspirarnos, no convertirse en una justificación para soportar situaciones tóxicas y/o denigrantes.

A mí no me engañan, porque por más que, de dientes para afuera, todas mis amigas con novio, siempre digan que sus relaciones son una experiencia maravillosa, que son felices y que no se cambiarían por nadie, también en la intimidad, cuando la miseria del aburrimiento las alcanza, las he oído quejarse innumerables veces de sus relaciones monótonas e insignificantes, y las he visto destruidas, queriendo mandar todo a la mierda ante el primer obstáculo, sólo porque sus relaciones no les ofrecen nada para superar el más mínimo problema.

¡Eso no es amor! ¡Eso no es más que una vida llena de conflictos!

El amor no surge del matrimonio, ni de una relación específica, ni de una sola persona, el amor surge espontáneamente al compartir experiencias que nos hacen bien, que nos llevan a crecer, que nos generan placer.

Cualquier tipo de relación que escojas puede manifestar amor, pero me parece totalmente irracional exponerse en una relación tan represiva y conflictiva como una relación de novios, cuando existen millones de opciones más sanas para disfrutar del amor.

El amor es algo espontáneo, que se manifiesta de forma natural y, por lo tanto, fácilmente puede confundirse con el alivio temporal de cubrir necesidades e instintos básicos. Una relación de novios es la forma más fácil de tergiversar el amor y transformarlo en una fuente tóxica de miedos, agresiones y arrepentimiento.

El amor es mucho más que eso y sólo podrás experimentarlo cuando renuncies a las ideologías radicales sobre la forma de relacionarte con los demás.

La trampa de la fidelidad

Enfrascarnos en un esquema de relación estricto, guiado y estructurado únicamente desde el miedo a la infidelidad, eliminará la comunicación de nuestros deseos, reprimirá lo que nuestra naturaleza necesita y nos obligará a luchar agresivamente por recuperar nuestra libertad.

Esto es simple sentido común y la evidencia se encuentra en todas las relaciones de ese tipo que tenemos a nuestro alrededor.

Vivir en la tenue agonía del miedo a la infidelidad no es sano, ni debería ser un objetivo de vida, como sí lo plantea una relación de novios o de matrimonio.

Existe un impulso instintivo hacia la conservación de la pareja, es un hecho evolutivo, ligado a nuestro proceso biológico. Todos los animales lo poseen y el ser humano no es la excepción.

Y si bien es algo natural, la obesidad, el cáncer y las adicciones también lo son. No podemos normalizar el concepto de fidelidad, sólo porque no somos capaces de hacerle frente a nuestros instintos.

Tal vez tú aún necesites más evidencia, pero desde mi experiencia, el concepto de fidelidad estimula comportamientos impulsivos y violentos que yo no puedo ignorar. Como ser humano y como miembro de una comunidad, no puedo estar celebrando expresiones de fidelidad, cuando sé que hay personas muriendo violentamente por culpa de los celos y del simple miedo a ser reemplazados.

Prefiero buscar otras opciones.

Conclusión

Una relación de novios te limita, te llena de conflictos, te lleva a la insatisfacción, no cometas el fatal error de confundirla con la exploración de la Dominación y la Sumisión. De hecho, no busques ningún tipo de relación, trata de conocerte a ti misma y enfócate en vivir al máximo todo aquello que puedas encontrar en tu interior.

En mi experiencia sólo un Dominante Experimentado podrá hacerte alcanzar ese objetivo. Siempre que te mantengas honesta y segura de lo que surge de tu perversión, tu alma encontrará el lugar y las personas adecuadas para poder explorar.

¡Ve, explora y disfruta!

2 comentarios en «5 razones para evitar las relaciones de novios»

  1. Hola, saludos! E leído todos tus posts, y la verdad me encantaron, estoy seguro que o eres escritora o tienes un nivel de educación bastante alta.

    No soy un dominante, ni sumiso, es mas, sabia muy poco de este mundo que me parece algo diferente e interesante. Si tengo algunas preguntas, y esto es debido a relación que tuve en el pasado. Y si no te molesta, me encantaría conocer tu perspectiva.

    Mi pregunta es: una persona sumisa, nace siendo sumisa, o es algo que se puede aprender? Entiendo que hay mucha influencia al rededor nuestro, y que eso puede afectar como la intimidad es vista por la sociedad. Pero, una persona regular, con taboos, con ideas de relaciones «comunes» con ciertas tendencias feministas, pueden despegarse de toda ese ruido, y esas influencias, y aprender a disfrutar el ser sumisa? o es algo que ya se lleva en las venas y simplemente existen personas sumisas que tienen y no tienen miedo a expresarse libremente?

    Te agradezco mucho tu ayuda y sigue con tu material que es excelente.

    1. Hola JN,

      Gracias por tu pregunta y por participar.

      Para responder, debo primero partir del hecho de que el ser humano vive en jerarquías. Así como un alumno respeta al profesor, un empleado sigue las instrucciones de su jefe o un fanático imita el estilo de su artista favorito, así mismo una Sumisa se vincula a su Amo. En ese sentido, se puede decir que nacemos con una condición inherente según nuestra naturaleza.

      Un Dominante existe porque ha tenido la valentía de superar sus límites, y ha aprendido a disfrutar de las consecuencias de ese proceso. Eso le da el criterio para convertirse en un guía. Las Sumisas somos más astutas, esperamos a que otro loco dé el primer paso y luego ofrecemos nuestro servicio para poder disfrutar de los beneficios del ya experimentado.

      Pero el talentoso nunca superará al disciplinado y, tanto Dominantes como Sumisas, requieren de entrenamiento para poder desarrollar su naturaleza y explorar su máximo potencial. De lo contrario, no quedarán más que traumas y conflictos, confusiones comunes sobre cómo explorar y comportamientos desagradables que llevan a los demás a dudar del potencial de lo que llevan dentro. Sin llegar a hablar mucho de los pseudo-dominantes, arrogantes y abusadores, o las pseudo-sumisas, reprimidas y que sólo buscan llamar la atención.

      En fin, entrena mucho para alejarte responsablemente de los límites y entrega tu vida a la búsqueda del verdadero placer. Busca un referente al que puedas seguir para que te ahorre las ineficiencias innecesarias, o emprende tu camino de autodidacta, soportando las respectivas décadas que implica el descubrir de nuevo lo ya inventado. Ambas opciones son válidas.

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