No subestimes la importancia del entrenamiento en tu vida

No se trata de reglas, ni de un juego, la Sumisión y la Dominación son condiciones del ser humano, son rasgos biológicos que han quedado de nuestra evolución.

Pero, como todo rasgo evolutivo, existe un alto grado de que no sepas usarlo y termines generando más daño que bien.

El hecho de nacer con brazos y piernas, o que podamos correr y movernos,

no nos hace atletas, ni expertos en condicionamiento físico.

A algunos les gusta Dominar, a otras nos gusta que nos Dominen. Pero, para poder saltar hay que primero aprender a gatear.

Sólo si entrenas, planteas propósitos adecuados y logras acumular suficiente experiencia, podrás entender cómo usar tu condición para expresarte de forma placentera, no sólo a un nivel sexual, sino también desde tu lado artístico, profesional, social o cualquier ámbito que puedas desarrollar.

No se trata de reglas, todo lo contrario, el objetivo es destruir tus propios límites.

No se trata sólo de sexo, todo lo contrario, el objetivo es darle significado a tu existencia completa.

Para aprender se necesita tener la valentía para reconocer que no se sabe nada y existe un vacío que llenar, al igual que la humildad suficiente para convencer a un Maestro de que mereces su tiempo y esfuerzo.

¿Si no tienes la capacidad para reconocer tus propias debilidades, cómo esperas poder generar la humildad necesaria para conseguir un maestro?

Yo entiendo que no tienes cómo creerme y que tal vez necesites iniciar lo más pronto posible. Pero, busca primero un Maestro que te entrene y te muestre cómo explorar tu condición.

Necesitas a alguien que atienda las preguntas sin responder, te señale las experiencias por vivir y descifre los sentimientos sin entender.

Si no conoces a nadie así y no tienes ningún referente, trata de tener paciencia, continúa buscando y ejecuta con precaución.

No caigas en la arrogancia de creer que ya lo sabes todo porque simplemente te vas a aburrir muy rápido o, peor aún, puedes resultar lastimando fuertemente a un ser querido.

Nunca subestimes la importancia del entrenamiento en tu vida.