Ofrenda de Arrepentimiento – Parte 5: Castígame por favor

castigame-3

Pongo mi cuerpo a tu disposición para que, a través de él, puedas corregir lo que tú creas necesario. Y aunque nunca será suficiente, me postro ante ti, dispuesta a recibir lo que tu voluntad demande para apaciguar la furia que he causado.

No importa hasta donde necesites llegar, no existirán límites, ni dudas, no habrá descanso, ni miedo. Sangre, sudor y lágrimas, hasta que tú lo creas necesario.

No importa si aún no merezco tu perdón, castígame sólo porque debo asumir las consecuencias de mis actos, porque es lo que necesito para ir en contra de lo que mi propia mente conspira.

No estoy buscando atención, ni tampoco quiero olvidar, todo lo contrario, soy consciente de que tengo que crear el recuerdo sobre lo que no debo hacer y la cicatriz permanente de lo que me urge mejorar.

Tú eres mi único mecanismo de alerta, el único en quien confío, el único que ha logrado sacudir el adormecimiento miserable de mi ignorancia. Contrólame, corrígeme, destrúyeme, moldéame a tu voluntad.

Por favor, concédeme el privilegio de vivir mi arrepentimiento bajo el sacrificio de tu placer, ambos sabemos que yo sola no lo podré hacer.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *