Para ti, Sumisa Principiante

Sumisa Principiante

Me frustra mucho cuando confundes la Sumisión con dependencia emocional. Te da miedo entregarte porque vas a resultar dañada, pero no te das cuenta del daño que ya llevas por dentro y que continuas incrementando en ti misma. Eso es como escuchar a un borracho decir que un alcohólico en recuperación es un “aburrido-fastidioso”, en quien no se debe confiar.

Lo triste es que la mayoría de adeptos al BDSM se dedican a promover a ese tipo de personas. Aléjate de los manuales y contratos de gente que simplemente quiere justificar sus miedos y su incapacidad para enfrentar lo que hay en su interior.

Ahora, la responsabilidad no es de los demás. Tienes el descaro de ir a buscar y escoger a un necesitado sexual como “tu Dominante”, sólo por tu necesidad de recibir atención y por llenar tus vacíos tóxicos, para luego culpar al pobre imbécil por terminar herida, aburrida o insatisfecha.

Alardear de libertad mientras te sumerges en la miseria de tu autodestrucción, es tan denigrante como todo aquello a lo que te opones. ¿Te da miedo perder, pero prefieres quedarte sin nada? ¿Te da miedo equivocarte y por eso eliges la ignorancia de no intentarlo? ¿Te da miedo atentar contra tu libertad, pero tomas la decisión de reprimirte y vivir bajo el yugo de tus límites?

No puedes juzgar la Dominación por el trauma personal que tuviste con un ignorante, que simplemente se dedicaba a citar textos de BDSM, sin ninguna experiencia sobre la inspiración de la Sumisión, ni evidencia alguna de placer en su discurso y que simplemente se proclamaba a sí mismo como un Dominante. No puedes quejarte por destruir tu Sumisión, tu mente y tu alma, con un mediocre, reprimido sexual, que no valía la pena.

Es que no puedes quejarte, no puedes ser la víctima cuando fuiste tú quien lo escogió, cuando tú misma decidiste entregarte e involucrarte en una situación tóxica.

Pudiste haber buscado ayuda, pudiste haber estudiado, aprendido a resolver tus conflictos internos y tus necesidades antes de ponerte a intentar locuras que no entiendes.

¡PERO NO! Decides revolcarte en las consecuencias negativas de los estímulos básicos, que los ignorantes en redes sociales estaban ofreciéndote, sólo por evadir el esfuerzo de aprender lo que el sacrificio de la Sumisión implica.

Prefieres quedarte en la comodidad de tus ilusiones, engañándote con las fantasías sexuales de intercambios de poder, autoproclamándote Sumisa sin tener la capacidad para identificar los determinantes de la Dominación.

Esconderte detrás de una relación de pareja, no te llevará a ningún lado. Querer idealizar a tu pareja, con un perfil ficticio en redes sociales, alardeando de una perfección que sólo genera aburrimiento en tu interior, sólo promoverá todo los sentimientos negativos que te agobian en tu día a día.

No entiendo cómo no puedes ver que no estás bien con tu estado actual.

¿Para qué vivir con miedo al cambio y permanecer en el aburrimiento de lo que los demás dicen? ¿Cómo esperas obtener libertad sin entregarte al sacrificio de romper tus cadenas?

¿A qué aspiras con eso?

Creer que tú sola vas a alcanzar un nivel óptimo de preparación antes de poder entregarte a un Dominante Experimentado, no sólo es ingenuo e ilusorio, sino también contradictorio. Es lo mismo que la actitud de los pseudo-dominantes que se rehúsan a reconocer el valor de la experiencia en los demás.

Bajo nuestro individualismo, sólo podremos llegar hasta donde nuestros propios límites nos lo permitan. Necesitamos un guía, una luz en esa oscuridad que aún no entendemos, una autoridad que pueda mostrarnos un camino más placentero.

¡Y SÍ! No eres capaz, no eres nada. NUNCA VAS A SERLO.

Lo que no entiendes es que no ser capaz, es una oportunidad para empezar, para crear algo único y crecer. Esa sería la única razón por la que podrías ser usada.

Sólo cuando aceptes tu vulnerabilidad, podrás alcanzar la voluntad para empezar de cero, porque sólo desde la humildad para aprender, para entender que no sabes, ni eres, ni mereces nada un Dominante Experimentado podrá tomarte como un lienzo en blanco, mostrarte el camino y construir en ti lo que su placer determine.

Pero, ¿cómo pretendes identificar a un Dominante capaz de semejante tarea, si ni siquiera comprendes tus debilidades, si no tienes ni idea del propósito de tu Sumisión, si no eres capaz de vencer tu propio miedo a explorarte a ti misma?

¿Quieres un cambio pero te da miedo iniciar? ¿No te das cuenta lo miseria que te genera esa idea?

Es un hecho que habrán muchos riesgos, vas a sufrir y con seguridad. Estoy segura de que en estos momentos, en tu cabeza estarás creando miles de escenarios, donde el horror a equivocarte sea insoportable y paralizante. Pero, por favor mira hacia adentro, trata de darte cuenta de que, nada de lo anterior, ninguno de esos miedos, se comparará jamás con la insatisfacción de tu estado actual.

Huirle a los riesgos para quedarte con toda la pérdida y los conflictos eternos que te están generando tu necesidad de atención y tu dependencia emocional, es mucho más doloroso que cualquier consecuencia negativa asociada al cambio.

Ya estás quejándote, sufriendo y destruyéndote a ti misma, ¿qué más podrías perder?

Y no sólo tienes esa evidencia, también puedes fácilmente ver la misma situación en otras personas. El sufrimiento innecesario que se produce cuando se quedan con el miedo a renunciar a la comodidad y el arrepentimiento de no haber dado el primer paso, se nota a la distancia, incluso cuando pretenden ocultarlo.

Mantener la insatisfacción actual por miedo a un dolor que no conoces, es tan irracional, contradictorio y absurdo, como suicidarse, renunciar a la felicidad o ignorar tu propia naturaleza.

No te conformes con el miedo o con tus límites, busca referentes que ofrezcan una visión positiva de ti misma, personas que puedan ayudarte a entender lo que necesitas y a tomar la decisión para emprender un camino diferente.

Valoremos nuestra vulnerabilidad, no somos capaces y nunca lo seremos, porque únicamente en ese estado podremos detectar lo que necesitamos para comenzar y el hambre que debemos estimular para continuar.

Deja el miedo, busca ayuda y empieza.

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