Quieres explorar tu Sumisión, pero tu mente te autosabotea y no lo puedes controlar

Autosaboteo

Ahora mismo tu mente te puede estar despedazando sin control y tal vez no te hayas dado cuenta.

Es totalmente normal escuchar voces en tu mente, a todos los seres humanos nos pasa y es algo natural.

El problema con las voces de nuestra mente surge cuando, en lugar de impulsarnos, de corregirnos o simplemente de aconsejarnos, se dedican a destruirnos, a hacernos bullying y a hundirnos cuando necesitamos emerger.

Pero esas voces están en tu mente, nacen de tu interior, no del interior de nadie más. Entonces, ¿qué pasa?, ¿por qué te autosaboteas y te atacas tan violentamente?

Aquí te dejo mis conclusiones desde la exploración de este fenómeno:

Lo que ocultas en tu interior

Lamentablemente, esas sensaciones de ser insuficiente, de no ser capaz y de que todo a tu alrededor está en tu contra, se han establecido en tu mente porque, en algún punto de tu vida, tomaste la decisión de establecer límites, ideas y opiniones radicales sobre la forma de enfrentar la vida.

La insatisfacción que te invade hoy en día, es la simple consecuencia de los límites que tú misma impusiste sobre tu placer y que no te han dejado más salida que destruirte internamente a punta de sentimientos negativos.

Si tu comportamiento cotidiano es propio de una persona débil, irresponsable y asustadiza, pues tu mente te dará lo que tú le estás pidiendo. Por lo tanto, lo que va a quedar de esa decisión voluntaria, serán ideas y sensaciones de no ser una persona digna de tu propio respeto.

En este punto, el problema no será lo que sientes, sino la lucha agresiva por no querer sentirte así. Es obvio que para cualquier persona sería imposible soportar una visión tan negativa de sí misma.

Por lo tanto, de forma inconsciente, tratarás de evitar reconocer que eres tú quien se está causando ese dolor a sí misma y la única salida a esa situación será reflejar tu frustración hacia afuera, hacia los demás. Culparás a tus padres, tu pareja, tu jefe e incluso a tus amigos del trabajo, o a cualquier cosa que pueda desviar la atención sobre tu responsabilidad. Cualquier detalle será usado para justificar el hecho de que tu vida se ha transformado en una miseria en tu interior.

Influencia Cultural: Todos a tu alrededor promueven tu autodestrucción

Obviamente, no sólo eres tú quien está en ese proceso tóxico y autodestructivo, hay muchas personas tratando de huir de la responsabilidad de su propia insatisfacción. La ansiedad, el estrés crónico y la depresión son términos que hoy en día se han vuelto muy populares. Este hecho es una evidencia de que, cómo sociedad, hemos perdido la capacidad para lidiar con las consecuencias naturales de nuestra propia evolución.

De esta forma, siempre te será muy fácil encontrar a grupos o colectivos rencorosos que, al igual que tú, también están culpando a las mismas personas, situaciones o fenómenos complejos de la vida. Siempre habrá alguna ideología que te diga que eres especial, un ser de luz, que la culpa no es tuya y que le brinde una explicación a tu estado de víctima.

Esto te genera un poco de consuelo y hace que puedas esconder y desviar la atención de todo lo mal que te sientes en tu interior. Sin embargo, aún así seguirás siendo una persona resentida, reprimida, agresiva y hasta violenta. No importa el tiempo que pase, ni los rituales que practiques, tarde o temprano la insatisfacción y el desespero de tu propia mente te alcanzarán, te mostrará tu cruda realidad y te hará pagar por tu ignorancia voluntaria, en la que tú misma decidiste meterte.

Pero, no me creas a mí, existe una evidencia mucho más poderosa que mis simples palabras. Pruébalo tú misma con un ejercicio sencillo. Sólo trata de cerrar tus ojos por al menos un minuto, escucha hacia adentro, si es que tu cobardía te lo permite y luego haz una lista de todo lo que surgió. Trata de evaluar objetivamente qué tan positivo o negativo tú misma te estás tratando en tu soledad.

Ahora, si esa realidad te abruma, agárrate bien de la silla porque tu viaje apenas comienza.

Es posible encontrar una solución

Sin embargo, salir de esa desagradable trampa cognitiva es totalmente posible y el proceso ya está detalladamente establecido.

Muy seguramente ya lo has escuchado, pero tú misma has elegido ignorarlo, porque para aplicarlo tendrás que sufrir aún más, tendrás que enfrentar todo eso que llevas oculto en tu interior desde hace tanto tiempo y reconocer la responsabilidad que te corresponde.

Primero tendrás que dejar de huir y mirar hacia adentro. Realiza una evaluación honesta de tu vida y de tus comportamientos, para identificar los problemas que te están hundiendo y necesitas atender.

¿Cómo esperas encontrar algo positivo en ti, si lo primero que reflejas es miedo, rabia y resentimiento?

Antes de ponerte a explorar tu sexualidad, tu romanticismo o tu felicidad deberás dedicarte a sanar, a estimular tu humildad y a crear conciencia de que existen comportamientos tóxicos en ti, que no puedes controlar.

Ya después podrás crear tu propia versión del amor o construir todas las perversiones idílicas que se te ocurran. Pero antes, trata de enfocarte en cambiar y convertirte en quien tú quieres llegar a ser.

Sé que esa idea puede sonar muy difícil y abrumadora, incluso hasta utópica, pero te aseguro que es posible.

Ten en cuenta que el sólo hecho de plantearte el objetivo de asumir tu responsabilidad, ya te predispone para rodearte de personas que estén buscando lo mismo, agregando más consciencia, apoyo y objetivos positivos a tu vida.

El papel de la Dominación y la Sumisión en tu vida

En la Dominación y la Sumisión encontrarás herramientas que te permitirán tomar control de tus conflictos, haciendo que tu mente deje de avergonzarte y despedazarte por dentro.

Ahora bien, sólo la disciplina podrá mostrarte el camino hacia el cambio, hacia una evolución más amable y consciente.

No hay ninguna solución a la extraña y compleja ecuación de la búsqueda de placer, a la que la mayoría le llamamos vida, en la que no exista el factor común del sacrificio, el esfuerzo y el trabajo duro.

No esperes que sea fácil, pero tampoco lo creas imposible. Empieza por aceptar y reconocer el daño que existe en tu interior, antes de violentar y mortificarte por la responsabilidad de los demás.

Tienes toda la capacidad para aprender a generar resultados placenteros, que te permitan ganarte tu propio respeto y que puedan brindarte la seguridad que necesitas en tu interior. Por más tenebrosa o complicada que se pueda tornar, te aseguro que existen mecanismos que puedes usar para enfrentar cualquier situación.

Pero no te engañes, para acceder a los procesos que la Dominación ofrece, necesitarás exigirte al máximo y exponerte a todas las situaciones, que sabes que debes enfrentar, que te dan tanto miedo y que nunca has logrado solucionar.

Identifica a una persona en tu vida que tenga una mejor estabilidad emocional que tú y pide ayuda para encontrarle una salida a tus conflictos internos. Expresa directamente lo que tú creas que puede ser tu responsabilidad sobre tus propios problemas y, así creas que puedas estar equivocada, comunica con humildad tu vulnerabilidad de no poder encontrar una salida.

Sólo un Dominante Experimentado podrá responder a ese reto y sólo una persona con plena voluntad, podrá iniciar esa exploración.

Conclusión

Ya para de escuchar esa voz asquerosa en tu cabeza, no confíes en lo que venga de adentro, pero tampoco en lo que venga de los demás o de algún grupo en particular, confía en los procesos que te lleven a convertirte en una mejor persona y en las evidencias que saquen lo mejor de ti.

No se trata de encontrar a un Dominante por la simple necesidad de evadir tu miseria, ni desear ser una Sumisa por darle picante a tu vida reprimida. Tu decisión debe ser hacia construir un estilo de vida, un proceso para encontrar una solución a tus conflictos internos y ese objetivo siempre deberá estar enfocado hacia el placer de conocer tu lugar en el mundo.

No te entregues a cualquier grupo, o a lo que tú creas que necesitas, es más, no te entregues a un Dominante, entrégate a los aportes placenteros que puedas obtener desde un proceso claro, transparente y totalmente voluntario.

Es cierto que existen muchos farsantes reprimidos que pueden causarte mucho daño, pero es tu responsabilidad escapar de la trampa de tus propias carencias y tu autosaboteo. Sólo así podrás aprender a identificar a quienes realmente pueden ayudarte y valen la pena.

Recuerda, como individuos sólo podremos llegar hasta donde nuestros propios límites nos lo permitan. Necesitamos a personas que ya hayan recorrido el camino y que puedan guiarnos hacia una visión más amable de nosotros mismos.

Deja de engañarte, hazte responsable de tus acciones y empieza ya el camino hacia la conquista de tu libertad.

No estás perdida, simplemente estás empezando tu camino y no necesitas más que seguir intentándolo.

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