Soy tuya porque tú me creaste

¡Soy tuya!

Puede sonar trillado, pero ser tuya va más allá de una simple necesidad. Soy tuya porque tú me creaste, lograste apagar el piloto automático y me obligaste a pensar en lo importante. Llegaste a cambiarlo TODO. Justo cuando yo pensaba que serías un personaje más, una follada más, otro tipo loco que no me iba a tomar en serio y que desaparecería pronto del panorama, resultaste siendo todo lo contrario.

Me diste el mejor regalo que alguien le puede dar a una persona: conocer y entender mi naturaleza y las herramientas para explorar y disfrutar de ella. Le diste sentido a mi vida, me mostraste a qué vine a este mundo y, desde ese momento, mi agradecimiento, devoción y amor por ti, no han parado de crecer.

Soy tuya a pesar de todas las dudas y los miedos que surgen en mi cabeza atormentada, porque aunque esté a punto de rendirme, tú siempre me muestras que hay mucho por lo que luchar, porque en tu ausencia me doy cuenta cómo las posibilidades de mi placer, se reducen al aburrimiento de lo cotidiano.

Y es precisamente por eso que soy tuya, porque siento que siempre me quedo corta demostrándote lo agradecida que estoy por mostrarme toda la satisfacción que mi mente puede alcanzar. En realidad, creo que siempre me quedo corta demostrándote todo lo que significas y generas en mí.

¡Quiero darte más! ¡Quiero ser más y mejor para ti! Entregarte mi mejor versión, que la tomes, porque es tuya, porque sólo tú la creaste cuando nadie más pudo hacerlo. Es que nadie la merece tanto como tú, para que la exprimas y disfrutes, gota a gota, hasta que de ella surja algo superior: cada vez más entrega, devoción, cariño, respeto, agradecimiento y placer.

¡Amo! Tú y la posibilidad de estar a tu servicio, de entregarte cada parte de mi existencia,  son la razón más importante para luchar contra mis antiguos hábitos, para construir nuevas experiencias, curar las heridas de mi pasado y mantener mis miedos bajo control.

Entiendo lo poco que soy, lo insignificante que es mi existencia en un universo tan inmenso y caótico. Tú me enseñaste el valor de la humildad… no sé nada… no he logrado nada… soy imperfecta… y te necesito porque a tu lado puedo crecer a diario y esforzarme mucho más, para alcanzar mis objetivos.

No soy nadie… no tengo valor, soy una sumisa, soy una perra, soy tu Perra, y lo he decidido así, porque he descubierto que tu guía es el mecanismo perfecto para estar sana, para superar cualquier obstáculo que se interponga en mi camino hacia el placer, para alcanzar mi realización como mujer y obtener ese éxtasis que sólo tú me puedes dar.

Soy tan tuya que disfruto de ser una Perra insignificante, porque es bajo esa condición que puedo tener claridad sobre lo que mueve mi existencia, lo que me hace sentir mujer y me motiva a dar saltos al vacío ante cada obstáculo de mi vida.

Por eso, no me rindo, estoy dispuesta a TODO, aunque el camino se ponga difícil, aunque me confunda, aunque me reviente por dentro, no pienso renunciar a todo esto que has concebido en mí. Yo sé que me falta mucho, pero también sé que puedo lograrlo, porque tengo la motivación más grandiosa del universo para hacerlo: tu voluntad.

Y aunque sé que no merezco nada de ti, humildemente, te pido me permitas demostrarte que siempre quiero ponerte por encima de mis miedos, que mi condición, entrega y devoción, son los pilares de mi existencia.

Sólo te pido que recuerdes que:

¡Soy más tuya que tus malos pensamientos!

Más que el aire en tus pulmones, que la sangre en tus venas, que la voluntad misma, que brota de tu mente y se refleja en mi sometimiento.

Soy tuya no por dependencia, ni estatus, ni necesidad.

Soy tuya por simple agradecimiento, devoción y voluntad.

Soy tuya porque el placer que me has brindado, sólo se paga con una vida al servicio de tu autoridad.

Soy tuya porque no puedo evitarlo, porque el significado de mi vida, sólo tu disciplina, me ha permitido encontrarlo.

Soy tuya y sólo quiero vivir a tus pies para poder demostrarlo.

Soy tuya y ni la muerte podrá negarlo.

Soy tuya y sólo tú sabrás cómo disfrutarlo.