¡Yo quiero éxtasis!

Yo quiero éxtasis

Me aburren esas relaciones de apegos intransigentes, de excesos de emociones, de reglas absurdas basadas en miedos, de manipulaciones y mentiras, donde todo gira en torno a lo que los demás piensen. De estrategias meticulosas y limitaciones extremas para evitar la infidelidad a toda costa.

Ese estrés no va conmigo.

¡Yo quiero estallar por dentro!

Explorar mi cuerpo y lo que lo estimula. Conocer mis fantasías, por más sucias o locas que sean, que exista la posibilidad de darle rienda suelta a mi imaginación. Expresarme sin miedo a ser juzgada o a tener que dar explicaciones por mis pensamientos.

¡Yo quiero éxtasis!

Quiero orgasmos que me dejen sin aliento durante una semana entera, quiero que mi sexualidad sea manipulada por placer, por pasión y que cada momento quede escrito en mi piel, sin opción al olvido.

Quiero ser estimulada sin importar mis propios límites e ir más allá de lo que mi propia mente podría maquinar. Me rehúso a vivir en un mundo ordinario, como una mujer ordinaria, metiéndome en relaciones amorosas que aburren y estilos de vida que hacen daño.

¡Quiero sentirme mujer!

Sentir lo que en realidad soy, dejar los miedos atrás y transformarme, nacer en cada orgasmo, más lúcida, más tranquila, más satisfecha. Quiero entregar el control para recibir a cambio un placer inconcebible para los que no se arriesgan. No quiero tener que pensar ni decidir para poder disfrutar, simplemente no quiero temer.

¡Yo no quiero lo mismo que todo el mundo!

Quiero llegar profundo, muy adentro, no importa si duele, yo quiero llegar. Vivir el dolor, el sufrimiento, el deseo y las pasiones que queman, pero que vigorizan, enseñan, nutren y hacen volar. Quiero probar, quiero soñar, quiero sentir.

¡Quiero someterme!

Quiero ir más allá de las mariposas en mi estómago y sentir electricidad en mi vagina. Que el cansancio sea lo único que se interponga entre mi mente y mis ganas. Explotar y llorar de placer, llorar de felicidad, quiero que mi orgasmo sea el faro que ilumine mi camino.

¡Necesito más!

Y ponerme al servicio del placer es el camino que mi cuerpo y mi mente me reclaman.

¡Yo lo voy a seguir!

¿Y tú?

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